Las oraciones para irradiar a Cristo son muy buscadas por los fieles devotos que desean que tanto Jesús forme parte de sus corazones, como para propagar las enseñanzas que este pregonó en la tierra. En vista de ello, hoy te mostraremos un compendio de cinco plegarias de las cuales puedes valerte la próxima vez que vayas a alzar tu voz al cielo.
Pese a que tú mismo puedes orientar las plegarias en honor al salvador con las palabras que emerjan de tu fe, las que hoy te enseñaremos serán una alternativa ideal para que las dirijas. Hemos elegido, además, la famosa oración del beato John Newman para que complementes esta serie de plegarias de la mejor forma.
Indice de Oraciones
Oración corta para irradiar a Cristo
Para dar pie a este ciclo de oraciones, te mostraremos una que puedas, primero, recibir a Cristo en el seno de tu pecho para dar pie a que puedas pregonar sus enseñanzas:
¡Amado redentor!
Hoy clamo estas palabras en tu nombre
Deseando que tu bondad llene todo mi pecho;
Haz que la benevolencia de la santa palabra
Invada mis oídos para que mi consciencia
Solo asimile la divina providencia.
¡Oh Cristo!
Solo con tu presencia somos más fuertes,
Así que siembra tu luz en nuestras almas
Y así, como ovejas a su pastor,
Nosotros te seguiremos hasta el final.
No nos desampares, Jesús, en estos
Tiempos de crisis, pues en ellos
Es en donde observamos que tú realmente nos escuchas.
Si te quedas conmigo, amado hijo,
Yo podré pregonar aquello que tú
Hiciste hace dos milenios.
Amén.
Oración para irradiar a Cristo del cardenal Newman
Como lo promesa es deuda, es hora ya de que te revelemos una de las oraciones más conocidas para irradiar a Cristo proveniente de una de las figuras más queridas de la santa iglesia:
Amado Jesús;
Ayúdame a pregonar tu aroma a donde sea que yo vaya;
Sumerge mi espíritu de paz y armonía;
Invade mi alma hasta el punto de que tú y yo
Seamos solo un espejo, un solo cuerpo lleno de luz.
Que solo sea yo brillo tuyo y que mi corazón
Sea la morada de quien necesite de auxilio.
Que cuando mi miren, señor, miren a tu cuerpo;
Que cuando me escuches, padre, solo escuchen tu voz;
Que la santa palabra, Cristo, sea lo que yo emana al prójimo.
Dame el ejemplo para que mis acciones se medien
Por lo que digo y esparce en este mundo
La divina semilla de tu bondad
Para que todos nosotros gocemos del reino de los cielos.
Amén.
Oración para irradiar a Cristo de la Madre Teresa de Calcuta
Por otro lado, y también diseñada por una de las figuras más emblemáticas de los últimos tiempos, te proveeremos la oración para irradiar a Jesús de la Madre Teresa:
¡Haz de mi un instrumento de paz,
Amado Cristo, y así tu y yo seremos uno solo hasta el final!
Hazme capaz de sembrara amor en donde solo hay odio,
Luz donde solo penetra la oscuridad,
Caridad en donde reine la codicia,
Fraternidad en donde mora la discordia,
Benevolencia en donde no haya segunda oportunidades,
Humildad en donde carcome la soberbia
Y el bien en donde se oculte el mal.
¡Dame fuerzas, amado redentor,
Y así combatiremos al maligno!
Aleja el pecado de mi cuerpo
Y dame la batuta para poder recibir
Tu infinita gracia la cual
Irradiaré a todos los míos.
Amén.
Oración para irradiar a Cristo efectiva
Como complemento de las oraciones que ya se han reseñado, te dejamos la cuarta opción de las mismas para que, de esta forma, puedas hacer varias cuando quieras aceptar a Cristo en tu alma:
¡Hazme digno de ser tu siervo,
Cristo redentor, pues solo así yo podré
Esparcir la sagrada palabra!
Siembra en mi pecho, como tú hiciste
Con los santos discípulos, la verdad que tú quieres que pregone.
No me dejes a la deriva y sé el viento
Que guíe mi barca a costa segura.
Influye en mi voz el tono divino
Para poder sembrar en el alma
De los oyentes la dicha y el amor
Que solo tú pregonas.
Ilumíname desde el comienza del día
Para que la oscuridad se aparte
De mi pecho y dé yo paso
A recibir el manto de tu
Sagrada protección.
Amén.
Oración a la sangre de Cristo
Para despedirnos, te reseñaremos una última plegaria dedicada a la sangre de Cristo; esta la puedes recitar bien al comienzo, bien al final de las oraciones que ya te hemos presentado:
¡En nombre de tu sangre yo dirijo
Esta plegaria, amado Cristo, pues eres
Solo bendita misericordia!
Tú diste tu vida en nombre de los pecados
Del hombre y restauraste la fe verdadera que
Tanto ansiaba este mundo;
Tú, con tu sangre, purificaste el alma de
Todos nosotros y nos hiciste files corderos del bien.
¡Oh Jesucristo!
Pido tu protección de mal, el pasado
Y la oscuridad, y haz en cambio
Que el amor se apodere de mis acciones.
Protege a mis amigos y familia, y no
Dejes que sus pensamientos nublados
Por el mal entorpezcan su labor en este mundo.
¡Oh sangre de Cristo!
Riégame con tu dicha
Y no me desampares si mi fe flaquea.
¡Oh sangre de Cristo!
Permíteme la labor
De ser mensajero de la palabra divina.
¡Oh sangre de Cristo!
Guía mis pasos y no dejes
De ser guardián del destino
Que me has impuesto.
Te seremos siempre devotos hasta el fin
Y solo tengo agradecimiento con tu arcionar.
Amén.
Así, podrás complementar de manera perfecta las oraciones para irradiar y podrás concentrar toda tu fe para que tus palabras sean escuchadas debidamente. Antes de despedirnos, te exhortamos a recordar la importancia de la oración diaria para que, sin importar cuán ocupado estés, puedas dedicar solo unos minutos a esa conexión espiritual que, a veces, tanto nos hace falta.